Martín Fierro es reclutado para servir en el ejército y tratado del modo más inhumano que podamos imaginar. Comprende que la única opción que le queda es desertar. De lo contrario, terminará muerto. Cuando regresa a su hogar ve que lo ha perdido todo. Él mismo jura que a partir de ahora se volverá “más malo que una fiera”. Y decide pagarle al mundo por todo lo que le ha hecho: pagará mal por mal. Pero su primera víctima es un hombre afrodescendiente que no le ha hecho absolutamente nada.
Fierro se vuelve un gaucho criminal, provocador y sediento de sangre. Mata por el mero placer de matar. No obstante, en lugar de poner la responsabilidad en los verdaderos culpables de su situación (la clase política y militar), ataca a otras minorías perseguidas. Y esto es injustificable.
Los afrodescendientes tenían una vida muy difícil en Argentina. Eran víctimas de un racismo constante y no tenían los mismos derechos que los descendientes de europeos. Cuando Fierro decide convertirse en un villano, de repente va a ver un baile que se había armado en la zona. Y descarga su furia contra una mujer afrodescendiente que llega al lugar tan sólo para pasar un buen momento, como todos los demás.
Fierro comienza a insultarla sin ningún motivo, usando todo tipo de expresiones racistas. Por supuesto, el hombre que la acompaña no puede permitir que continúen todos estos ataques totalmente injustificados. Entonces se produce un combate y Fierro mata con su cuchillo a una persona totalmente inocente.
Si leemos atentamente el texto, vemos que Hernández en ningún momento está justificando esta acción. El autor realmente se pone en la piel de un hombre que ha decidido volverse un criminal, y es claro que, si bien más adelante en la obra Fierro parece en parte justificar su crimen (alegando que el hombre —al defenderse— le había cortado la mejilla, lo cual para el gaucho era algo muy serio) en ningún momento Hernández pretende mostrarnos que Fierro es un ejemplo que debemos seguir en lo referente a su racismo contra los afrodescendientes.
El desenlace es que Martín Fierro es un hombre que en sus últimos días gana mucha sabiduría y se muestra arrepentido por sus malas acciones. Esto podemos leerlo en los famosos consejos que les da a sus hijos. Aunque no sabemos si ha alcanzado la redención total, podemos inferir que va por ese camino, y es éste el mensaje positivo que nos deja la obra.