CANTO 4
En este canto somos testigos de las injustísimas situaciones que el gaucho vivía cuando era reclutado en la frontera. Martín Fierro no habla solamente por él, sino por todos los gauchos.
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La Espera Trágica
(VERSOS 727 A 732)
ORIGINAL
«Yo me arrescosté á un horcon
Dando tiempo á que pagaran,
Y poniendo güena cara
Estuve haciéndome el poyo,
A esperar que me llamáran
Para recebir mi boyo».
ADAPTACIÓN
«Yo me apoyé en un poste
dándoles tiempo para que pagaran
y poniendo buena cara
estuve haciéndome el indiferente,
a esperar que me llamaran
para recibir mi parte».
A Martín le habían ofrecido en el fortín un salario que nunca llegaba. Esperó y esperó… ¡pero nada! ¡Qué sinvergüenzas!
Aquí nos cuenta cómo en el supuesto día de la paga se apoyó junto a un poste para esperar que lo llamaran, haciéndose el buenito. ¡Pero nunca vio un centavo! Fue luego de esto que decidió desertar.
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El Pago que Nunca Llega
(VERSOS 733 A 738)
ORIGINAL
«Pero ay me pude quedar
Pegao pa siempre al horcón—
Ya era casi la oracion
Y ninguno me llamaba—
La cosa se me ñublaba
Y me dentró comezon».
ADAPTACIÓN
«Pero me podría haber quedado
pegado al poste para siempre:
ya era casi la hora de rezar
y no me llamaba nadie.
La cosa parecía rara
y empecé a inquietarme».