
“Aquí me pongo a cantar…”. Este es el inicio del Martín Fierro. Y a decir verdad, este primer canto, o capítulo, ha sido uno de los más fáciles de “traducir”. No fue necesario hacer tantos cambios. A diferencia de lo que sucede con la gran mayoría de los otros cantos, casi todos los versos de este primer capítulo son realmente comprensibles sin necesidad de una adaptación especial. Pero no nos engañemos: el resto de la obra es muy diferente.
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¡No Nos Durmamos en los Laureles!
(VERSOS 19 A 24)
ORIGINAL
«Yo he visto muchos cantores,
Con famas bien otenidas,
Y que despues de alquiridas
No las quieren sustentar—
Parece que sin largar
Se cansaron en partidas».
ADAPTACIÓN
«Yo he visto muchos cantores
con famas bien obtenidas
y que después de adquiridas
no las quieren mantener:
parece que sin comenzar la carrera real
se cansaron en las prácticas».*
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* Hay quienes creen ver aquí una alusión a Estanislao del Campo, quien luego de escribir Fausto no siguió incursionando en el género gauchesco.