CANTO 17
En este canto, el segundo hijo de Martín Fierro nos cuenta lo que sucedió después de la muerte del Viejo Viscacha. Los vecinos hablan sobre cómo era este infame personaje (“Le conocí una manada de terneritos robados”, dice uno, por ejemplo), y el alcalde registra todos los bienes que tenía. Nombra al segundo hijo “heredero” de todas las porquerías inservibles que el Viejo Viscacha había acumulado.
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¡Pero Cuántas Porquerías, Por Favor!
(VERSOS 2607 A 2612)
ORIGINAL
«Salieron lazos, cabrestos,
Coyundas y maniadores—
Una punta de arriadores;
Cinchones, maneas, torzales,
Una porcion de bozales
Y un monton de tiradores».
ADAPTACIÓN
«Salieron lazos, sogas,
correas y cuerdas de cuero.
Un montón de látigos;
fajas, cadenas, más sogas,
una porción de bozales
y un montón de tiradores».
Aquí el segundo hijo de Fierro nos cuenta sobre todas las porquerías que había en la pocilga en que vivía el Viejo Viscacha. ¡Había acumulado todo tipo de objetos inservibles! Ignoramos con qué fin habrá hecho todo esto. Evidentemente era lo que hoy se daría en llamar un “acumulador compulsivo”.
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¡Y Vamos Por Más!
(VERSOS 2613 A 2618)
ORIGINAL
«Salieron varios cencerros—
Alesnas, lonjas, cuchillos,
Unos cuantos coginillos,
Un alto de gergas viejas,
Muchas botas desparejas
Y una infinidá de anillos».
ADAPTACIÓN
«Salieron varias campanas.
Agujereadoras, más tiras de cuero, cuchillos,
unas cuantas mantas de lana,
un montón de telas de montar viejas,
muchas botas desparejas
y una infinidad de anillos».