Martín Fierro es un hombre que tiene muchísimo que enseñarnos, pero no es un héroe.
José Hernández parece transmitirnos el mensaje de que era un buen hombre que las circunstancias de la vida hicieron que eligiera el mal camino. Pero la realidad es que si bien podemos oír de él muchas palabras de sabiduría, también hay mucho de lo que dice y hace que no podemos sino condenar, como su racismo hacia otras minorías perseguidas, entre otras cosas.
Entonces, surge la inevitable pregunta: ¿Cómo debemos encarar la lectura de este libro? Confieso que éste es un tema al que le he dedicado mucha reflexión.
La realidad es que la mayoría de los libros escritos en los siglos pasados tienen episodios moralmente cuestionables. ¿Significa esto que no debemos leerlos y debemos censurarlos en su totalidad?
Yo pienso que sí debemos leerlos, pero desde una perspectiva especial. Podemos aprender de lo mucho que tienen para enseñarnos (pues contienen una sabiduría atemporal) y al mismo tiempo condenar el pensamiento retrógrado que encontramos en ellos, y ver esto último como el triste testimonio de un pasado que felizmente queremos dejar atrás como sociedad.
Escuchemos a Martín Fierro. Él mismo nos dice que es un hombre lleno de ignorancia y que no es perfecto. Los sufrimientos por los que él pasó han sido terribles. Él nos está contando su historia con su corazón. A pesar de todas sus falencias, también tiene muchísimas virtudes y tiene muchísimo para enseñarnos. Y es a eso que debemos aferrarnos.