CANTO 3
En este triste canto es cuando comienzan todas las desgracias de Martín Fierro. Un día estaba cantando alegremente en una pulpería y de repente vienen a capturarlo para llevarlo a la frontera, aunque en un principio él no se imaginaba de la tragedia que todo esto acarrearía . Leamos un poco.
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¡Todo Listo para el Fortín!
(VERSOS 373 A 378)
ORIGINAL
«No me falta una guasca,
Esa ocasion eché el resto:
Bozal, maniador, cabresto,
Lazo, bolas y manea—
¡El que hoy tan pobre me vea
Tal vez no crerá todo esto!!».
ADAPTACIÓN
«No me faltaba ni un pedazo de cuero;
me llevé todo lo que poseía:
bozal, correa, rienda,
lazo, boleadoras y manea*…
¡El que hoy me vea tan pobre
tal vez no crea todo esto!».
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* Esposas de cuero que sirven para sujetar las patas del caballo e impedir que se escape.
Aquí Martín nos cuenta sobre todas las cosas que se llevó antes de ir al fortín. ¿Se habrá imaginado que volvería sin nada, pobre, desnudo y totalmente desamparado? ¡Pobrecito!
Cuando se fue no le faltaba nada, ¡y cuando regresó se había quedado sin nada! ¡La pucha! ¡Qué cruel puede ser el destino del hombre!
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Deserción y Castigo
(VERSOS 391 A 396)
ORIGINAL
«En la lista de la tarde
El Gefe nos cantó el punto,
Diciendo: “quinientos juntos
Llevará el que se resierte,
Lo haremos pitar del juerte,
Mas bien dese por dijunto”».
ADAPTACIÓN
«En la formación de la tarde
el jefe fue directo al grano,
diciendo: “El que deserte
recibirá quinientos azotes;
lo haremos sufrir como un perro:
tanto, que preferiría darse por muerto”».